Desde AMPGYL creemos que las palabras importan. Los términos y definiciones nos ayudan a dar forma a la realidad, nos permiten conocer aquello que puede ser, y lo que no existe, al no ser nombrado.
La “Intolerancia X Género” es un claro ejemplo de esto. Al nombrar una violencia específica, que se ejerce contra todas aquellas infancias y adolescencias diversas, damos nombre a una realidad de la que todes formamos parte.
La Intolerancia X Género también nos ayuda a entender otras cosas, disponer de ese “término” nos permite comprender que tanto la feminidad como la masculinidad, en sus representaciones más cotidianas, suponen un freno constante, y una guía, en torno a lo que “podemos” y “debemos” hacer en cada situación. Ser conscientes del modo en que dichos aprendizajes condicionan nuestro día a día es esencial para poder cambiarlos.
Las palabras importan, y por ello hoy queremos reivindicar una palabra: “mujeres”. El 8M, actualmente llamado “Día Internacional de la Mujer”, fue anteriormente el “Día de la Mujer Trabajadora”. El cambio en su denominación era necesario, y quizás vuelve a serlo.
La realidad no es una, ni simple. La vida de nuestres hijes está mediada por el género, los afectos, la clase social, la racialización, sus creencias religiosas, y otras muchas intersecciones que dibujan patrones distintos sobre la piel y carne de cada ser humano. La experiencia del género no es la misma para todas. Los patrones dibujados sobre cada piel tienen una lectura distinta, unos privilegios muy diferentes.
Hoy celebramos el Día Internacional de las Mujeres, en plural, no en singular. Porque no hay sólo una mujer, hay muchas. Porque todas las voces deben ser escuchadas, porque todas las realidades deben ser comprendidas y porque las palabras, queramos o no, importan.