Las reivindicaciones del Orgullo de este año han resonado con fuerza por todo el Estado, atrayendo a numerosas familias que se dieron cita en las reivindicaciones de Madrid, Barcelona y Donostia para alzar la voz por los derechos de sus hijas, hijos e hijes. Las manifestaciones, organizadas por todo el Estado, se convirtieron - para muchas- en un emotivo reencuentro.
Uno de los días fuertes, la celebración del MADO 2025 (Orgullo institucional convocado por COGAM y FELGTB en el centro de Madrid) comenzó con una comida grupal entre familias de AMPGYL y activistas de la Fundación 26D, en la que compartimos vivencias, luchas y sueños por un futuro más justo. La intergeneracionalidad se convirtió en un puente para la transmisión de experiencias y el fortalecimiento de nuestras redes afectivas e identitarias.
Este Orgullo ha sido, también, una oportunidad para visibilizar la importancia de acompañar y apoyar a las familias en los procesos de aceptación y empoderamiento. Así lo recogen los reportajes de RTVE y La Sexta, donde se destaca el papel crucial de quienes caminan junto a sus hijes en sus salidas del armario, demostrando que el amor y el compromiso pueden transformar realidades.
Seguiremos estando presentes. Porque el Orgullo también se escribe en plural. Y porque nuestras voces —familias diversas, aliadas y orgullosas— son imprescindibles para seguir abriendo caminos.